Cobardes
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¿Porqué seremos tan asépticos a los cambios? Todos los días estamos cambiando. Somos tan cobardes para cambiar de ambiente. Para cambiar de trabajo. Para dejar a esa persona que nos hace tanto daño a un lado. Nos destruimos nosotros mismos. Aguantamos lo que no deberíamos. Nos estancamos porque nos da la gana. Esto me enoja mucho, y nos debería enojar a todos. Por quedarnos “cómodos” en un lugar, aunque seamos infelices.
No sabemos lo que va a pasar. Puede que todo salga mal. Si esto sucede, pues volvemos a cambiar de lugar. Sin embargo, hay la misma probabilidad de que todo salga mejor de lo que pensamos. SOMOS COBARDES. Una generación en la que nos han metido a la cabeza, que si tenemos algo seguro porque movernos. Nos han repetido tanto lo mismo, que ahora nuestro cerebro lo hace solito. A esto le combinamos “el que dirán”, y aquí sí estamos hundidos. Nos hacemos una historia de lo que pensarán los otros de lo que nosotros vamos a hacer. Entonces todo se queda en planes. Porque estamos mejor como estamos, y porque tenemos miedo de lo que piensen los demás. Al olvido con lo que piensen los demás de lo que tu vas a hacer. Párate, y si crees que es lo mejor, hazlo. En un futuro cuando mires hacia atrás y veas que no hiciste mil cosas, y todos a tu alrededor no les importó nada, te vas a arrepentir.
No importa lo que hagas la gente siempre tiene algo que decir. Escoge voces que realmente tu les importe, y a esos, escúchalos. Yo tengo a mis padres y a dos o tres más, no son muchos. Si quieres que todo el mundo apruebe lo que vas a hacer NUNCA VAS A HACER NADA.
Párate, camina, corre, vuela, grita, muévete, conoce, equivócate, cae, levántate, atrévete, renuncia, déjalo, llora, ríe, piensa, escoge, rompe, guarda, empaca, déjala, pregúntale, hazlo, confía… VIVE.
Haz eso que te esta dando vueltas en la cabeza hace unos días, hace semanas, hace meses, hace años, hace una vida. Se acabó la espera. Deja la cobardía, el miedo y las pendejadas. Estamos bastantes grandes para estás cosas. El que quiera que te acompañe, y el que no, que importa. Ahora hay celular, llamadas por videos, y si eres de los clásicos, sigue existiendo papel y lápiz para escribir. Ahora, nunca se está tan lejos.