5 Cosas que mis Dientes me Enseñaron

5 Cosas que mis Dientes me Enseñaron

Un dato sobre mi es que odio, detesto, aborrezco, me muero cada vez que voy al bendito dentista.  No importa si es para hacerme una limpieza o si es algo más serio lo que toca.  El mes pasado me tocó que me hicieran un procedimiento que tomó dos horas con la boca abierta y llena de sangre.  Que el dolor se fuera casi por completo tardó catorce días, déjame repetir esto porque fue traumante.  El dolor casi se fue por completo a los 14 días.

El primer día fue el peor.  Fui llorando y quejándome del dolor todo el camino hasta llegar a casa, eran 40 minutos de camino que mi esposo tuvo que aguantar tratando de conservar la calma.  Además el dolor, el pedazo de piel y hueso que me quitaron, sigo un mes después comiendo de un sólo lado de la boca porque le falta mucho por sanar.  Sinceramente, agradezco no haber buscado ningún video ni nada que me advirtiera de lo que iba a pasar, porque definitivamente no lo hubiese hecho.

Aprendí 5 cosas en este proceso y las comparto contigo.  Además al final de este escrito dejo una oferta sólo para aquellos que entraron a leer.\

1. Soy mucho más fuerte de lo que creo. ¡¡Tú también lo eres!!  Con todos mis miedos y la ansiedad que me provoca el dentista, con todo mi llanto y la anestesia demás que me tuvieron que poner a causa de eso, se logró.

En la vida nos toca hacer cosas para las que no estamos listas, cosas que no imaginamos, pero que no queda de otra que enfrentar.  Siempre podemos y cuando no pedimos ayuda, pero nunca nos quitamos. 

2. Las heridas se hacen rápido, pero la sanación tarda…. Y mucho.

Esto parece muy obvio, y lo es.  Sin embargo, muchas veces lo olvidamos.  Creemos que con un “perdón” vamos a arreglarlo todo y la verdad es que no.  Pensemos antes de hablar, porque como ya hemos leído en este blog, las palabras no se las lleva el viento.

3.  Vivir sin dolor es un lujo que pasamos por alto.

Si hay algo que agradezco hoy es el no vivir con dolor.  Sé que a muchas personas les toca vivir con distintos dolores, dolores físicos, dolores en el alma, dolores por una pérdida entre otros.  Aunque vivo con algunos dolores en mi alma, el dolor físico es horrible y cómo sabemos que se puede solucionar hace que el proceso se vuelva más complicado. 

4.  El dolor hay que pasarlo, no se puede evitar.

Sentir dolor no es algo placentero y lo queremos acabar lo antes posible.  Ahora, hay dolores que tenemos que atravesar para poder sanar.  Un dolor en el diente se puede resolver con una pastilla, pero un dolor al alma no hay pastilla que funcione.  Hay personas a las que podemos recurrir, profesionales, si crees en Dios una oración puede ayudar, pero si hay algo claro es que hay que atravesarlo de una forma u otra.

5. No soy la única persona con dientes de papel.

Leí en un libro, El Arte de que te Importe un Car*&%, que la vida trata de ir resolviendo problemas detrás de problemas.  No hay nada más cierto que eso.  Sin embargo, a veces pensamos que somos las únicas personas pasando por ese tipo de problemas.  Nos culpamos por no haberlo previsto o por no haber hecho lo necesario a tiempo, pero la verdad es que muchas veces eran cosas que igual nos iban a pasar, que no tienen nada que ver con lo que hiciste o dejaste de hacer, sino con tu genética.

¿Qué has aprendido de tus dientes?  Todo en la vida nos puede enseñar algo, todo depende de cuan atentas estemos.  Gracias por haber llegado hasta aquí, te dejo un 10% de descuento al final de tu compra con el código Glitter10 ¡A brillar!

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